Nos vacunamos. Tenemos que usar cinturones de seguridad en el automóvil y cascos cuando andamos en bicicleta. Nos ponemos protector solar. Hacemos todo lo posible para que nuestros niños crezcan sanos, seguros y para que estén preparados para el éxito. Pero cuando se trata de beber alcohol o incluso fumar marihuana, algunos padres consideran normal que los jóvenes usen drogas. ¿Por qué parece tan fácil encogerse de hombros y ver estas actividades como “ritos de iniciación” o como “simplemente experimentar”?
¿Es normal que los jóvenes y adolescentes beban y usen drogas?
Desde los cambios de humor hasta la rebeldía, muchos tipos de conductas desafiantes son normales durante la adolescencia, pero experimentar con el consumo de sustancias no es una de esas conductas. También es importante repensar cuáles son las cosas que consideramos como “normales”. No es cierto que “todos vapean” o “todos toman”.
Dicho esto, varias experiencias comunes entre los adolescentes pueden convertirse en excusas o razones para el consumo de sustancias. Entender por qué algunos adolescentes beben o consumen sustancias es un paso valioso para mantenerlos sanos y seguros.
Sentirse parte de un grupo
La sensación de ser un extraño, así como las ganas de ser incluido como parte de un grupo y de caerle bien a los demás son bastante pronunciadas durante la adolescencia. Si los chicos con los que su adolescente busca tener una amistad, o pasa tiempo, beben o consumen sustancias, es posible que su hija o hija sienta que necesita copiar esas conductas si no quiere que le rechacen. Algunos adolescentes ven el consumo de sustancias como un camino fácil para hacer amigos, formar parte de un grupo o ser aceptado por los compañeros populares.
Lo que los padres pueden hacer:
- Conozca a los amigos de sus hijos y a sus padres, y hable con esos padres sobre lo que piensa de la supervisión y cuál es su postura sobre el consumo de sustancias.
- Anime a su adolescente a reunirse con sus amigos en su casa. Dales un espacio privado si es posible, pero mantenga la supervisión.
- Diga a su hija o hijo que le llame cuando quiera para que usted le recoja de un sitio en que se sienta incómodo. Asegúrele que usted no hará preguntas.
- Hable sobre la necesidad de los adolescentes de ser aceptados y de formar parte de un grupo. Explique que los verdaderos amigos les permitirán ser ellos mismos y no los presionarán para hacer algo que los haga sentir incómodos.
Prevención & Intervención Temprana
Es importante tomar en serio el consumo de cualquier sustancia, pero antes de actuar de manera impulsiva, conozca cuáles son las estrategias para comunicarse efectivamente y fomentar un cambio de comportamiento positivo. En esta sección podrá además obtener información sobre las sustancias más consumidas por la población jóven en Estados Unidos y sobre cuáles son sus riesgos.
Socialización
Algunos adolescentes usan drogas y alcohol para superar inseguridades, relajarse y sentirse más seguros cuando conviven con varias personas, es decir, cuando socializan. El consumo de sustancias puede hacerles sentir que son abiertos, divertidos y que se relacionan bien con los demás. Además de los riesgos más obvios, esto puede hacer que sientan que el consumo de sustancias es necesario si quieren relacionarse con otras personas.
Lo que los padres pueden hacer:
- Busque actividades para que su adolescente socialice en un ambiente sano, seguro y donde haya supervisión.
- Si su hija o hijo está en la casa de otra persona, sepa dónde es. Llame a los padres de ese compañero para verificar por qué se reúnen, dónde estarán exactamente y que habrá supervisión.
- Comunique qué espera y cuáles son las reglas cuando su adolescente sale con amigos, incluyendo que usted espera llamadas o mensajes regulares para estar seguro de que todo va bien.
- Sirva como ejemplo y practique conductas sanas. Busque ocasiones para socializar y convivir en entornos en que no haya alcohol.
Transiciones en la vida
Los períodos de transición en la vida de los adolescentes —como mudarse, el divorcio de los padres, comenzar la pubertad, cambiar de escuela, una enfermedad o la muerte de un familiar o una mascota—, pueden provocar periodos de inquietud e inestabilidad, lo que lleva a algunos a buscar consuelo en el alcohol o las drogas.
En el caso de las familias latina, esas transiciones pueden incluir procesos de migración, o la separación de familias por deportaciones.
Lo que los padres pueden hacer:
- Aumentar la supervisión y la comunicación durante y después de las transiciones.
- Tener conversaciones abiertas con su adolescente sobre sus experiencias.
- Dedicar tiempo a solas con su hija o hijo adolescente a fin de estrechar sus lazos y divertirse juntos.
Dolor emocional y psicológico
Ya sea por la presión del drama que los adolescentes parecen experimentar todos los días o por el costo emocional de los problemas familiares, el estrés o traumas específicos, algunos adolescentes consumen sustancias para sentirse mejor y aliviar el dolor real que enfrentan en su vida. Además, la soledad, la baja autoestima, la depresión, el trastorno de ansiedad y otros problemas de salud mental se asocian comúnmente con el consumo de sustancias en los adolescentes. Es también común que muchos de estos problemas ocurran en combinación entre sí, lo que puede hacerlos más intensos.
En el caso de las familias compuestas por migrantes, el proceso de migración puede ser un evento traumático, lo mismo que la separación familiar y de los amigos. Asimismo, los niños y adolescentes pueden sentirse discriminados por su idioma, su color de piel o su país de origen. En este artículo, puede aprender sobre los factores de riesgo de la adicción y cuáles afectan de manera particular a los latinos.
Aquí ofrecemos recursos adicionales donde puede obtener información científica sobre los llamados trastornos concurrentes, en que la salud mental y el consumo de sustancias suceden al mismo tiempo.
Lo que los padres pueden hacer:
- Sea empático y muestre compasión. Hágale saber a su hija o hijo que le entiende. Reconozca que todas las personas lidian a veces con problemas y que su dolor es real.
- Recuérdele a su hija o hijo que usted está ahí para apoyarle y orientarle, y que es importante para usted que él o ella esté sano, sea feliz y tome decisiones seguras.
- Ponga el ejemplo y practique técnicas saludables para reducir la tensión y el estrés como el ejercicio, la meditación o la atención plena, conocida en inglés como mindfulness. Muestre a sus hijos cómo aprender de los errores y las decepciones.
- Intercambie ideas sobre maneras saludables de controlar el estrés en su vida (por ejemplo, dormir más, dar un paseo al aire libre, organizar actividades fuera de casa, etc.). Aliente a su hija o hijo a ofrecer sus propias sugerencias y ayúdele a pensar en nuevas ideas.
- Si cree que su hija o hija está sufriendo, asegúrele que buscará ayuda profesional adecuada y hágalo.