Desde los cambios de humor hasta la rebeldía, muchos tipos de conductas desafiantes son normales durante la adolescencia, pero experimentar con el consumo de sustancias no es una de esas conductas. También es importante repensar cuáles son las cosas que consideramos como “normales”. No es cierto que “todos vapean” o “todos toman”.
Dicho esto, varias experiencias comunes entre los adolescentes pueden convertirse en excusas o razones para el consumo de sustancias. Entender por qué algunos adolescentes beben o consumen sustancias es un paso valioso para mantenerlos sanos y seguros.
La sensación de ser un extraño, así como las ganas de ser incluido como parte de un grupo y de caerle bien a los demás son bastante pronunciadas durante la adolescencia. Si los chicos con los que su adolescente busca tener una amistad, o pasa tiempo, beben o consumen sustancias, es posible que su hija o hija sienta que necesita copiar esas conductas si no quiere que le rechacen. Algunos adolescentes ven el consumo de sustancias como un camino fácil para hacer amigos, formar parte de un grupo o ser aceptado por los compañeros populares.
Lo que los padres pueden hacer:
Algunos adolescentes usan drogas y alcohol para superar inseguridades, relajarse y sentirse más seguros cuando conviven con varias personas, es decir, cuando socializan. El consumo de sustancias puede hacerles sentir que son abiertos, divertidos y que se relacionan bien con los demás. Además de los riesgos más obvios, esto puede hacer que sientan que el consumo de sustancias es necesario si quieren relacionarse con otras personas.
Lo que los padres pueden hacer:
Los períodos de transición en la vida de los adolescentes —como mudarse, el divorcio de los padres, comenzar la pubertad, cambiar de escuela, una enfermedad o la muerte de un familiar o una mascota—, pueden provocar periodos de inquietud e inestabilidad, lo que lleva a algunos a buscar consuelo en el alcohol o las drogas.
En el caso de las familias latina, esas transiciones pueden incluir procesos de migración, o la separación de familias por deportaciones.
Lo que los padres pueden hacer:
Ya sea por la presión del drama que los adolescentes parecen experimentar todos los días o por el costo emocional de los problemas familiares, el estrés o traumas específicos, algunos adolescentes consumen sustancias para sentirse mejor y aliviar el dolor real que enfrentan en su vida. Además, la soledad, la baja autoestima, la depresión, el trastorno de ansiedad y otros problemas de salud mental se asocian comúnmente con el consumo de sustancias en los adolescentes. Es también común que muchos de estos problemas ocurran en combinación entre sí, lo que puede hacerlos más intensos.
En el caso de las familias compuestas por migrantes, el proceso de migración puede ser un evento traumático, lo mismo que la separación familiar y de los amigos. Asimismo, los niños y adolescentes pueden sentirse discriminados por su idioma, su color de piel o su país de origen. En este artículo, puede aprender sobre los factores de riesgo de la adicción y cuáles afectan de manera particular a los latinos.
Aquí ofrecemos recursos adicionales donde puede obtener información científica sobre los llamados trastornos concurrentes, en que la salud mental y el consumo de sustancias suceden al mismo tiempo.
Lo que los padres pueden hacer: