Si acaba de descubrir que sus hijos usan drogas como nicotina, alcohol o alguna otra sustancia, intente tranquilizarse. Sabemos que esta situación provoca miedo y ansiedad, pero no se sienta solo. Nosotros estamos aquí para apoyarle. Con calma, prepárese para la importante conversación que se aproxima. Ofrecemos aquí algunos puntos que usted puede considerar para tener un diálogo positivo con su hija o hijo.
Póngase de acuerdo
Todos conocemos el truco de los hijos de recurrir al otro de los padres cuando uno les dice que no. Por ello, es ideal que usted y cualquier otra persona con quien comparta las responsabilidades de crianza se pongan de acuerdo tras descubrir que sus hijos usan drogas antes de plantearles el tema.
- Recuérdense que ninguno de ustedes tiene la culpa.
- Lleguen a un acuerdo sobre la posición que van a tomar.
- Incluso si no se ponen de acuerdo, comprométanse a presentar un frente unido.
- Comprométanse a no criticarse o hablar mal el uno del otro.
- Recuérdense que la conversación con su hija o hijo debe partir del amor.
Prepárese para que le llamen hipócrita
Durante la conversación, su hija o hijo pueden preguntarle si alguna vez usted ha probado alguna droga. Hay formas de responder esa pregunta con honestidad y, al mismo tiempo, de mantener el énfasis en lo que usted quiere para su hija o hijo. Por ejemplo, usted podría explicar que fumó, bebió o probó alguna droga solo para sentirse aceptado, para luego darse cuenta de que esa nunca es una buena razón para hacer algo. Concéntrese en el hecho de que las sustancias afectan a todos de manera diferente. Su vida pudo no verse perjudicada por el consumo de sustancias, pero la realidad es que las drogas sí afectan la vida de muchas personas.
No permita que su respuesta se convierta en una justificación para el consumo de sustancias. Concéntrese en el problema en cuestión: mantener a su hija o hijo sano y seguro, y esto significa evitar el consumo de sustancias.
- Sea honesto, pero asegúrese de que su hija o hijo sepa que usted no quiere que consuman.
- Si usted vapea o usa tabaco, y su hija o hijo pregunta al respecto, aclare que usted es un adulto y que lo hace porque es legal, aunque entiende también que no debería hacerlo porque no es saludable. Subraye lo difícil que es suspender el consumo de una sustancia como adulto y que, por ello, desea ayudar a que su hija o hijo evite los mismos errores.
- Si usted está en recuperación, piense en su pasado consumo de sustancias como una experiencia que puede aprovechar para ayudar a mejorar el futuro de su hija o hijo. Reconozca: “hice estas cosas, aunque ahora veo que fueron decisiones equivocadas, y quiero que conozcas esa parte de la historia familiar”.
Infórmese y actúe cuanto antes
¿No está seguro de cómo prevenir el consumo de drogas o alcohol? ¿O qué hacer si sospecha o ha descubierto el consumo de sustancias? ¿Necesita mayor información sobre alguna sustancia en particular? Tenemos la información respaldada por la ciencia para apoyarle en su esfuerzo por ayudar a su ser querido.
Obtenga evidencia
Es comprensible que usted tenga reservas acerca de husmear en la habitación de su hijo o hijo, o entre sus pertenencias. Pero recuerde que su principal responsabilidad es proteger su bienestar. Si encuentra evidencia del consumo de sustancias de su hija o hijo, intente anticipar las varias maneras en que podría negar su responsabilidad, como la excusa de que “lo estoy guardando para otra persona”. Incluso si su hija o hijo no se cierra al diálogo, es mejor que usted se prepare para una conversación que podría ser difícil.
Los escondites comunes incluyen:
- Cajones de tocador, debajo o entre la ropa.
- Cajones de escritorio.
- Cajas pequeñas como joyeros, lapiceros, etc.
- Mochilas, carteras u otros bolsos.
- Debajo de una cama.
- En una planta, enterrado en la tierra.
- Entre libros o entre sus páginas.
- En contenedores diseñados para ocultar, como tubos de lápiz labial falsos, latas de soda falsas, etc.
- Dentro de envases de medicamentos de venta sin receta (Tylenol, Advil, etc.).
Espere enojo, mantenga la calma
Si usted cree que la conversación será incómoda para usted, imagine cómo se sentirá su hija o hijo. Así que prepárese para que le diga cosas que lo sorprendan, niegue incluso la evidencia más convincente, lo acuse de haber traicionado su confianza o de algo peor.
Prepárese para saber cómo va a enfrentar una reacción de enojo o resentimiento de su hija o hijo. Lea más sobre cómo puede tener una conversación, no una confrontación.
- Mantenga la calma, sin importar lo que diga su hija o hijo.
- Evite la tentación de responder con su propia ira.
- Si la conversación se vuelve demasiado acalorada, haga una pausa y más tarde retome el diálogo.
- No olvide decirle a su hija o hijo que lo ama y que por eso se preocupa.
Fije un objetivo realista
Las cosas resultarán mejor si usted sabe qué resultado desea tras esa conversación inicial con su hija o hijo. Lo mejor es mantener las expectativas bajas. Puede ser poco realista esperar que admita que consume sustancias y que se comprometa a dejar de hacerlo. Un objetivo más razonable, como hacerle saber simplemente que usted no quiere que consuma, puede ser suficiente.
- Mantenga las expectativas al mínimo, especialmente en la primera conversación.
- Fíjese una meta modesta y avance hacia ella, un paso a la vez.
Ponga reglas y consecuencias claras
Antes de iniciar la conversación, piense en las reglas que le gustaría establecer y cuáles serán las consecuencias de romperlas. Esto puede ayudar a aclarar el objetivo de su conversación y ayudarlo a establecer un próximo paso que sea claro. Lea más sobre como establecer límites y monitorear el comportamiento.
- Al iniciar el diálogo, tenga una idea clara de las reglas y consecuencias que le gustaría establecer.
- Asegúrese de que su cónyuge o el otro padre está preparado para hacer cumplir estas reglas.
- Escuche lo que su hija o hijo tiene que decir. Es más probable que obedezca reglas que le ha ayudado a crear.
- No establezca consecuencias que es poco probable que pueda hacer cumplir.
Reconozca cualquier adicción en la familia
Es importante que su hija o hijo comprenda que un historial familiar de adicción le pone en mayor riesgo de padecer un trastorno por consumo de sustancias o adicción. Usted puede explicar que sus genes lo hace más vulnerable, lo que ofrece más razones para que evite las sustancias.