Estrés escolar: Cómo modelar un comportamiento saludable para su hijo
Este artículo forma parte de una serie sobre cómo manejar el estrés y la ansiedad de los adolescentes, un motivo común para el consumo de sustancias. Puede encontrar la serie completa en Estrés y consumo de drogas: Lo que todo padre debe saber.
Padres y madres: Ustedes tienen mucha más influencia sobre sus hijos e hijas de lo que creen. Aunque sus hijos adolescentes hagan todo lo posible por hacerles sentir que no son importantes, no subestimen lo mucho que pueden influir en ellos.
Modelar habilidades para afrontar los problemas de forma saludable
El 61% de los adolescentes dicen que el estrés y la ansiedad tienen un gran impacto en sus vidas. La forma en que nosotros, como padres, manejamos el estrés y las presiones de la vida puede reflejarse también en el comportamiento de nuestros hijos. Lo que usted hace y dice guía el comportamiento, las actitudes y las creencias de su hijo a largo plazo. Por eso es importante modelar el comportamiento que se quiere ver en los hijos.
He aquí algunos ejemplos concretos de cómo nuestro comportamiento puede tener un impacto en nuestros adolescentes y jóvenes estresados:
Cuando los padres están estresados, los niños lo notan, aunque no lo demuestren. Reconoce lo que está pasando y habla de cómo lo está manejando.
Sea consciente de cuándo recurre automáticamente a una sustancia para tratar un problema, ya sea el alcohol, la nicotina o incluso la aspirina.
Cuando se sirva una copa de vino o una cerveza, procure no decir al mismo tiempo “he tenido un día muy malo”, ya que esto relaciona el uso de una sustancia para controlar el estrés o sentirse mejor.
En su lugar, combine su ansiedad/estrés con estrategias de afrontamiento saludables, y explíquelo en voz alta. En lugar de decir: “Hoy estoy tan estresado que necesito un trago”, puedes decir: “He tenido un día muy estresante, así que creo que voy a dar un paseo tranquilo para recuperarme”. O “Estoy tan estresado que voy a salir a correr”.
Practicar la atención plena y la meditación puede ser realmente útil. E incluso puede decir: “¿Quién quiere meditar conmigo?”. Aunque suene forzado o ridículo, funciona: sus hijos están prestando atención.
Tenga en cuenta que…
Los adolescentes pueden notar, y de hecho lo hacen, cuando usted no practica lo que predica. Si tu hijo adolescente señala contradicciones en su comportamiento (cosa que les encanta hacer), asume la responsabilidad y habla de cómo puede corregir sus fallos.
Debe elegir momentos y entornos para modelar estos comportamientos que aumenten la probabilidad de que su hijo adolescente preste atención y sea receptivo a ellos.
Ser un modelo positivo puede ser un reto y no garantiza automáticamente que el adolescente siga el comportamiento que usted demuestra, pero definitivamente mejora las probabilidades. Lo interiorizarán y es de esperar que actúen en consecuencia, ya sea ahora o en el futuro.