Como padre o miembro de la familia, es posible que usted se pregunte en qué momento el consumo de sustancias se convierte en un trastorno médico. ¿Es la cantidad o qué tan seguido se consume alcohol u otras sustancias lo que determina si una persona tiene un trastorno por consumo de sustancias o adicción? ¿Y cuál es la diferencia entre un trastorno y una adicción? La respuesta podría sorprenderle.
El trastorno por consumo de sustancias, que algunas personas también conocen como abuso, dependencia o adicción, se diagnostica si se cumplen ciertos criterios durante un período de 12 meses. La anterior es la definición del DSM-5 (el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría) y estos son los criterios:
1. La sustancia a menudo se consume en cantidades mayores o durante un período más largo de lo planeado.
2. Existe un deseo constante de reducir o controlar el uso de la sustancia, o se intenta y se fracasa de manera repetida.
3. Se dedica una gran cantidad de tiempo a obtener, consumir, y a recuperarse del consumo de la sustancia.
4. Se tiene una profunda ansiedad, o un fuerte deseo o impulso de consumir la sustancia.
5. El uso continuo de la sustancia resulta en incumplir con las principales responsabilidades en el trabajo, escuela u hogar.
6. El consumo de la sustancia afecta negativamente la relación con la pareja.
7. Se dejan o reducen importantes actividades sociales, ocupacionales o recreativas debido al uso de la sustancia.
8. El consumo de la sustancia sucede con frecuencia en situaciones en que es peligroso (por ejemplo, conducir en estado de ebriedad).
9. Se sigue usando la sustancia a pesar de saber que agrava los problemas físicos o psicológicos que probablemente causa la sustancia. Ejemplo de esto es beber con una afección en el hígado o consumir opioides cuando se está deprimido o ansioso.
10. Se desarrolla tolerancia, lo que significa que la persona necesita más sustancia para obtener el efecto deseado. O, que la misma cantidad de sustancia ya no produce el efecto deseado.
11. Síntomas de abstinencia, lo que significa que una persona experimenta síntomas específicos cuando se deja de consumir la sustancia.
Usted se puede dar cuenta de que estos criterios no especifican una cantidad determinada, como tomar seis cervezas o fumar dos porros de marihuana al día. En vez de eso, se centra en cuestiones como la falta de control, y en serios problemas sociales o en la relación. También se refiere al consumo pese a que los riesgos sean muy altos, así como a desarrollar tolerancia y experimentar síntomas de abstinencia.
Se considera que las personas que cumplen dos o tres criterios tienen un trastorno “leve”, cuatro o cinco se considera “moderado” y seis o más es “grave”.
Muchas personas experimentan problemas con el consumo de sustancias, pero pueden dejar de consumirlas o cambiar cómo las consumen sin avanzar a la adicción.
Si bien el término “adicción” no aparece en el DSM, la adicción generalmente significa un trastorno grave por consumo de sustancias. Es decir, la adicción es cuando el comportamiento de una persona cumple con seis o más de los criterios del trastorno por consumo de sustancias.
La adicción es definida por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) como un trastorno crónico. Las personas con adicción buscan sustancias de manera compulsiva, y consumen a pesar de que conocen las consecuencias dañinas. Este clase de consumo severo puede resultar en cambios de largo plazo en el cerebro. El trastorno por consumo de sustancias o adicción se considera tanto un trastorno cerebral complejo como un problema de salud mental.
El punto importante a recordar es que ya sea trastorno por consumo de sustancias o adicción, estas condiciones son tratables. No importa que sean leves, moderadas o graves. Cuanto antes intervengan las familias y tomen medidas para ayudar a una hija, hijo u otro ser querido, mejor.