Todos los días, hacemos algo para reducir la posibilidad de sufrir daños. Nos lavamos las manos para disminuir el riesgo de contagiarnos de COVID-19, usamos cinturones de seguridad cuando manejamos y nos ponemos cascos cuando andamos en bicicleta. De igual manera, hay medidas que se pueden tomar para reducir los riesgos asociados al consumo de sustancias.
La reducción de riesgos puede contribuir a:
Conocemos el consejo de designar a un conductor que no tome o de usar el transporte público cuando se planea beber alcohol. Beber agua entre cada trago, poner un límite al número de bebidas o no consumir alcohol en ayunas son otras medidas para reducir los riesgos asociados al alcohol.
De igual forma, existen estrategias de reducción de daños para el consumo de otras sustancias. Por ejemplo, cuando se trata de opioides como la heroína, el fentanilo y los analgésicos de venta con receta como Oxycontin y Percocet, las estrategias de reducción de daños incluyen:
Aprenda más sobre cómo puede proteger a su ser querido del peligro potencialmente mortal del fentanilo en este artículo.
En lugar de detener por completo su consumo, algunas personas reaccionan mejor cuando tienen la opción de reducir su consumo de sustancias. Algunos pueden estar dispuestos a dejar de usar una sustancia pero no otras. Por ejemplo, dejan de consumir opioides pero siguen fumando marihuana.
Algunas personas pueden considerar los llamados retos de abstinencia, en que uno analiza durante unos 30 días cuáles son los beneficios y los inconvenientes de dejar de usar una o más sustancias. Si esta muestra de lo que puede ser la sobriedad funciona, la meta del reto cambia de la moderación a la abstinencia.
Si su ser querido quiere considerar un tratamiento formal, es útil buscar un programa que se adeque a su situación particular. Los planes de tratamiento deben basarse en los objetivos de su ser querido y en lo que quiere cambiar sobre su consumo de sustancias. Usted o su ser querido tendrán que dedicar tiempo a investigar cuál es el programa más adecuado. Puede empezar con estos recursos.
Aunque no estén de acuerdo con el consumo de sustancias, los miembros de una familia pueden ayudar a sus seres queridos si aprenden estrategias para promover una conducta más sana y para reducir el daño. El reforzamiento comunitario y la capacitación familiar (CRAFT, por sus siglas en inglés) es un enfoque útil para mejorar la comunicación sobre el consumo de sustancias y para tratar otros temas delicados. Este enfoque incluye mencionar y dar aliento a su ser querido ante cualquier cambio positivo, ayudarle a participar en actividades sanas, fijar límites, usar incentivos y presión de manera apropiada, y cuidarse a usted mismo.
Aunque no existe una solución única para todos, las estrategias de reducción de daños son una forma de disminuir los riesgos sociales y de salud asociados con el consumo de sustancias. Pueden ser un buen primer paso de su ser querido hacia el bienestar.