Las sobredosis ocurren cuando se toma una cantidad tóxica o muy alta de una droga o combinación de drogas. Los opioides (analgésicos recetados y heroína), en particular, presentan un mayor riesgo de sobredosis, ya que pueden deprimir el sistema nervioso central y hacer que la respiración se vuelva más lenta, a veces hasta el punto de detenerse por completo.
Los riesgos de una sobredosis se multiplican cuando se consumen opioides sintéticos como el fentanilo, una sustancia que es 100 veces más potente que la morfina y que es mezclada con frecuencia en la heroína, la cocaína, la metanfetamina y las píldoras falsificadas.
El fentanilo es la razón principal del alza en las muertes por sobredosis en Estados Unidos en consumidores de 14 a 23 años. Los jóvenes hispanos han sido afectados severamente por esta sustancia.
Un mayor riesgo de sobredosis
La adicción es un fenómeno complejo y el camino hacia la recuperación a menudo incluye contratiempos y recaídas. Las tasas de recaída oscilan entre el 40 y el 60 por ciento, muy similares a las tasas de recaída con otras enfermedades crónicas como la hipertensión, el asma o la diabetes tipo I.
Una vez que su ser querido ha dejado de tomar sustancias durante un tiempo, su organismo es más sensible en caso de recaída a una sobredosis porque su tolerancia ya es menor, es decir, su cuerpo ha perdido la costumbre de procesar drogas como antes. Por ello, la dosis que alguna vez usó regularmente, ahora puede ser fatal.
Las situaciones que presentan este riesgo de sobredosis incluyen:
- Desintoxicación sin ningún tratamiento de acompañamiento.
- Haber sido detenido o encarcelado recientemente resultando en una disminución de la tolerancia.
- Suspender de manera repentina ciertos medicamentos que ayudan a la recuperación.
- Una recaída después del tratamiento o de cualquier período prolongado sin consumir
¿Por qué las personas recaen?
La recaída ocurre por muchas razones, aunque una de las principales es la sensación de haber obtenido mayor control tras un periodo sin consumir y el deseo de ponerlo a prueba. Su hija o hijo puede estar pensando algo como “Sé que tuve problemas con la heroína [u otra droga] en el pasado, pero esta vez creo que puedo controlar mi uso y detenerme antes de que la situación se salga de control”.
Otras razones para la recaída pueden incluir:
- Pensar “una última vez no me va a hacer daño”.
- Incapacidad para controlar el estrés (a menudo causado por conflictos en el trabajo, el hogar o la relación) sin el uso de sustancias.
- Dificultad para manejar el dolor físico y/o emocional sin el uso de sustancias.
- Sustitución de una sustancia por otra.
- Dificultad para abordar los factores desencadenantes (lugares, personas u objetos asociados con el consumo anterior) y las tentaciones.
- Una sobredosis intencional para acabar con la propia vida.
Cómo Responder Con Naloxona Ante una Sobredosis
En el caso de los opioides, que incluyen heroína y Vicodin y OxyContin, la naloxona puede revertir una sobredosis y salvar la vida de un ser querido. Aprenda a utilizarla y dónde conseguirla.
Sobredosis como una llamada de atención
Si su hija o hijo consume sustancias activamente, existen varias causas y factores que pueden provocar una sobredosis:
- Tomar mayores cantidades de sustancias de las que el cuerpo puede procesar.
- Mezclar sustancias y alcohol, lo que deprime el sistema nervioso central y disminuye peligrosamente el ritmo de la respiración.
- Estar enfermo o con molestias físicas.
- Desconocer con qué se ha mezclado o cortado la droga consumida (como con fentanilo, que es un opioide especialmente potente).
- Uso de sustancias a solas.
Si se llamó al 911 y su hija o hijo fue llevado al hospital, la mayoría de las veces se le estabiliza y luego se le da de alta. Muchos padres están asombrados de que una persona pueda estar al borde de la muerte, ingresada en la sala de emergencias y luego dada de alta sin un plan de tratamiento. Esto está cambiando en algunas partes del país, pero desafortunadamente sigue siendo lo común.
Aunque la orientación o la asistencia para que su ser querido reciba tratamiento puede no ser una prioridad de quienes administran la atención de emergencia, una sobredosis recurrente ofrece una oportunidad para sugerirle tratamiento, especialmente mientras aún esté en el hospital.
Medidas de protección
Si su hija o hijo aún no está considerando conseguir tratamiento, o si hay una lista de espera para ingresar a un programa, podría ser apropiado tomar medidas para reducir el daño potencial mientras siga usando sustancias, por más difícil que sea. Teniendo en cuenta que el objetivo es una recuperación a largo plazo, es importante mantener a su ser querido con vida y lo más protegido posible.
Para las personas que consumen drogas mediante inyección, el uso de agujas limpias (lo que incluye no compartir agujas) es importante para reducir el riesgo de contraer VIH y hepatitis, así como infecciones en el lugar del cuerpo donde se inyectan. También se debe evitar mezclar drogas, usar dosis elevadas y consumir a solas. Usted y las personas cercanas a su hija o hijo deben tener a mano naloxona (también conocido por la marca Narcan) y saber cómo usarla. La naloxona puede revertir una sobredosis de opioides y salvar la vida de su ser querido en una emergencia.
Tenga en cuenta que una persona que ha pasado por una sobredosis una vez tiene un riesgo significativamente mayor de sufrir una sobredosis nuevamente. El uso de cocaína o alcohol, o experimentar síntomas de abstinencia en los meses anteriores, también pueden aumentar el riesgo de una sobredosis.
Lidiando con el trauma de la sobredosis
Una sobredosis puede causar mucha angustia a usted y su familia. El trauma puede ser intenso, especialmente para cualquier persona que haya presenciado la sobredosis o haya intervenido para obtener ayuda de emergencia. Algunas personas incluso pueden tener recuerdos repentinos sobre la condición de su ser querido, volviendo a vivir la terrible experiencia. Otros imaginan lo que hubiera sucedido si su hija o hijo hubiera muerto. Otra reacción común es la vigilancia extrema, durante la que algunos se preguntan si una sobredosis podría volver a sucederle a su ser querido o cuándo. También son comunes el enojo, el miedo, el resentimiento, la culpa y la confusión, así como la desesperanza. Todos estos son sentimientos normales, y encontrar formas de procesarlos puede ayudarle a usted y a su familia a sanar.
Hablar con una persona en quien confía, asistir a un grupo de apoyo o buscar un terapeuta profesional puede ayudarle a controlar los pensamientos negativos recurrentes y las noches de insomnio.
Después de una sobredosis, el cuidado personal sigue siendo sumamente importante, así como tratar de mantener la esperanza. Los seres queridos pueden decidirse a iniciar su recuperación en cualquier momento.